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Las guerras económicas y la lista Clinton

Enviado por Infolaft el

Artículo por: Infolaft

Diariamente los Estados Unidos libran una guerra económica contra sus enemigos.  Una guerra sofisticada con sus propios generales, sus propias armas y sus propias estrategias. El dólar es el campo de batalla, el Tesoro de los Estados Unidos una especie de Pentágono y la lista Clinton un portaviones capaz de cruzar océanos, lanzar misiles y destruir empresas.   Para entender de dónde nació esta lista y cómo se convirtió en una de las más significativas mundialmente, es importante remontarnos a las primeras guerras económicas que se vivieron en el mundo. Hay que remontarse a la historia griega para entender la génesis de las guerras económicas y ver su evolución. Muchos de los imperios en la antigüedad (romanos, ingleses, franceses y españoles) usaron tácticas primitivas que guardan cierta similitud con las que componen la hoy sofisticada sanción del Tesoro de los Estados Unidos. Si en la antigüedad existieron técnicas de asedio y de asalto posteriores al sitio de una fortaleza o de una ciudad en las que las armas de fuego y las estrategias militares de ataque y defensa reinaban, también podemos descubrir que otras técnicas de disuasión como los embargos y las sanciones económicas han sido una potente arma usada en las primitivas guerras económicas. Los antecedes históricos de armas y tácticas de guerra económica que se desarrollarán en este artículo muestran que los ejércitos siempre han usado la economía como una forma de afectar a sus rivales. Sin embargo, ninguno tiene las poderosas características de la lista Clinton. Veamos algunos casos históricos para entender la innovación disruptiva en que se constituye esta última nueva arma.  

Guerras del Peloponeso 432 AC

  Previo a la guerra del Peloponeso, en el año 433 a.C., Atenas impuso un conjunto de sanciones económicas a Mégara, conocido como el Decreto de Mégara o Decreto Megarense, debido, por un lado, a una ocupación de tierra sagrada para su cultivo y, por otro, a que Mégara cambió su alianza con Atenas y se unió a algunos pueblos rebeldes que atacaron guarniciones atenienses. El decreto prohibía a los ciudadanos megarenses entrar en los puertos, fondeaderos y mercados del imperio ateniense y, consecuentemente, llevar a cabo relaciones comerciales con este pueblo, lo que afectó no solo a Mégara, sino también a sus aliados, entre ellos Corinto, quien mantenía relaciones comerciales sólidas con Mégara y se beneficiaba de su comercio. Este decreto es lo que en la actualidad podría considerarse un embargo o bloqueo comercial.  Atenas no podía atacar directamente a Corinto sin desencadenar una guerra que los enfrentaría con los espartanos, por lo cual decidió intentar aislarla impactando a los pueblos que, como Mégara, apoyaran a Corinto. En la batalla de Egospótamos, que enfrentó navalmente a Atenas y Esparta  en la Guerra del Peloponeso en 405 a.C., la flota espartana capturó a la armada ateniense que se encontraba varada, al tiempo que la sitiaban por tierra durante varios meses, ante lo cual Atenas, sin capacidad naval, no podía importar cereales o comunicarse con su imperio sin el control del mar. Tras la rendición de Atenas, esta fue obligada a reducir su flota, a devolver todas sus posesiones en el exterior, a destruir sus fortificaciones (por lo que perdió áreas de influencia) y a entrar en alianza con Esparta, quien impulsó su política en toda Grecia y pasó a controlar las principales rutas comerciales.  

El Viejo Oeste

  Un referente muy cercano y del que quizás no se tienen datos históricos muy precisos se presenta con las películas del viejo oeste, que muy probablemente todos han visto alguna vez en su vida. Los carteles de ‘Se busca’ que adornan las paredes en estas películas de vaqueros pueden considerarse un antecedente muy básico de lo que es hoy la lista Clinton. En estos carteles se intentaba informar sobre los delincuentes más peligrosos que asolaban una región, se revelaba su nombre, su fotografía, así como los crímenes que había cometido. También se ofrecía una recompensa proporcional a su peligrosidad. En este sentido, también era una manera de advertirle al ciudadano común sobre la peligrosidad del delincuente, hacer público su nivel de delincuencia y exhortar a restringir, en lo posible, cualquier relación con dichos delincuentes, so pena de ser considerado un cómplice del mismo.  

Mayoría de edad de las guerras económicas

  De acuerdo con información tomada del libro ‘Distantes y distintos: los emigrantes alemanes en Colombia 1939-1945’, de Enrique Biermann Stolle, durante la primera guerra mundial Gran Bretaña implementó un acuerdo legal denominado  Trading with the Enemy Specified Persons en el que pretendía controlar los tratos comerciales entre sus ciudadanos y las firmas ubicadas en el extranjero que pertenecían al enemigo. La base de dicho acuerdo consistía en una ‘lista negra’ en la que se incluía a las personas, casas de comercio y sociedades que tuvieran negocios controlados por quienes en ese momento se consideraran enemigos o que de alguna manera estuvieran bajo la influencia del enemigo. Posteriormente, en 1941, tras el inicio de la guerra con Alemania, Estados Unidos replicó  la misma idea británica a través de una proclamación por parte del presidente Roosevelt, conocida como The Proclaimed List of Certain Blocked Nationals, quien basándose en la Ley 2 de 1940 (la cual tenía que ver con el control de exportaciones) ordenó que el Secretario de Estado y otras instancias gubernamentales, entre ellas el procurador general, el secretario de Comercio y el administrador del Control de Exportación, realizaran una lista de personas que estuvieran beneficiando directa o indirectamente a Alemania o a Italia. En este sentido, la exportación de cualquier artículo por parte de estas personas desde los Estados Unidos hacia esos países se consideraba perjudicial para la defensa nacional.  Las disposiciones eran aplicables no solo a dichas personas sino también a todos sus bienes. Así mismo, se prohibía la exportación de algunos artículos específicos, desde Estados Unidos y hacia los mencionados en la lista. Se proclamaba una ‘orden de congelación’ para bloquear fondos en EE.UU. de propiedad alemana e italiana y de las demás naciones bajo el control del eje. Como consecuencia de lo anterior, muchas empresas norteamericanas cesaron relaciones con los incluidos en la lista por considerarlo un deber patriótico. La intención era impedir que los beneficios del comercio con los países enemigos  sirvieran para financiar actividades que desestabilizaran la paz y la independencia del hemisferio occidental. Así mismo, se buscaba evitar que la ayuda financiera que EE.UU. daba a países latinoamericanos sirviera para financiar a alemanes o italianos. Finalmente, si se comprobaba que una  persona sometida a las leyes estadounidenses violaba la anterior prohibición, esto le podía acarrear consecuencias penales.  

Orígenes de las sanciones económicas modernas

  La Liga de las Naciones, creada por el tratado de Versalles en 1919 tras el fin de la primera guerra mundial, fue una sociedad compuesta por 42 países que buscaba salvaguardar la paz mundial y asegurar el derecho a la libertad de los pueblos. En el artículo 16 de dicho tratado se establecen sanciones económicas en contra de los estados agresores o de los países que recurrieron a la guerra como medio para dirimir diferencias. Un ejemplo de estas sanciones fue la sanción impuesta, durante la ocupación japonesa de Manchuria, al proclamado Estado de Manchukúo, en la cual se prohibía la aceptación de la moneda del nuevo Estado en los pagos internacionales.  Otro caso relevante se presentó tras la invasión italiana de Abisinia en 1935. La sociedad condenó dicha acción e impuso sanciones económicas que buscaban impedir el comercio de sus miembros con este país. Sin embargo, dichas sanciones, que incluían el embargo de productos que no eran de primera necesidad para la industria italiana, no incluían las exportaciones de carbón, hierro, petróleo y acero a Italia, por lo que muchos otros países, que no pertenecían a la sociedad o que hicieron caso omiso de la prohibición, les siguieron vendiendo o comprando dichos productos. En 1946 la Liga de Naciones desapareció y todas sus responsabilidades fueron transferidas a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Este organismo, a través del Consejo de Seguridad, puede invocar sanciones económicas gracias al artículo 41 de la Carta de las Naciones Unidas en los casos en que se determinen, en virtud del artículo 39, amenazas a la paz, un quebrantamiento de la paz, un acto de agresión, o si las sanciones se imponen para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacional.  

Ley de Poderes para Emergencia Internacional

  En 1977 se expidió la Ley de Poderes para Emergencia Internacional (International Emergency Economic Powers Act), una medida que intentaba imponer medidas económicas en tiempos de paz y permitía ejercer la prohibición de transacciones que involucraran a Estados extranjeros, a sus gobiernos y a sus nacionales. Con la entrada en vigencia en 1979 de la Ley pública No. 95-223 fue posible que se continuara imponiendo sanciones cuando no existieran conflictos armados.  

La lista Clinton

  La lista Clinton  fue creada a través de una orden ejecutiva del gobierno del presidente Bill Clinton en el año 1995 con el objetivo  de  combatir la guerra contra las drogas y el lavado de activos. En el año 1999, con la ley Kingpin, el gobierno de los Estados Unidos incrementó sus esfuerzos en la lucha antidrogas, señalando como objetivo a los principales narcotraficantes del mundo.  Esta lista no solo apropió medidas utilizadas en los periodos históricos mencionados anteriormente, sino que hoy en día está constituida por más de 600 páginas dentro de las que se encuentran incluidos bancos, equipos de fútbol, farmacias, restaurantes, fundaciones y barcos contenedores, convirtiéndose en una herramienta muy valiosa para el gobierno de los Estados Unidos en su lucha contra el lavado de activos y el tráfico de estupefacientes .

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