Uno de los capítulos de la serie Dirty Money revela la sencilla estrategia con la que algunos funcionarios del banco permitieron la realización de millonarias operaciones sospechosas.
El caso HSBC es, sin lugar a dudas, uno de los más conocidos a nivel internacional en lo referente a incumplimientos de normas contra el lavado de activos en entidades financieras.
Pues bien, casi ocho años después del escándalo, un documental de Netflix, titulado Dirty Money, revela detalles desconocidos de la manera cómo se alteraron los sistemas del banco para permitir cientos de transacciones del Cartel de Sinaloa y de financiadores de Hezbolah.
Una de las fuentes consultadas es Everett Stern, quien ejerció como oficial de cumplimiento regional de HSBC entre 2010 y 2011.
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De acuerdo con el documental, Stern era un profesional que aspiraba a unirse al servicio clandestino de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA en inglés). Sin embargo, fue descartado.
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Días después de esa notificación se enteró de que el HSBC estaba buscando un oficial de cumplimiento para su sede en Newcastle (Delaware), toda vez que la Oficina del Contralor de la Moneda de EE.UU. (OCC en inglés) había instado al banco a revisar miles de señales de alerta represadas.
Stern se postuló y fue vinculado casi de inmediato. “Pensaba que me habían contratado por ser el tipo listo, pero me contrataron porque yo era el idiota y no lo sabía”, asegura el exoficial de cumplimiento en el capítulo.
Resulta que Stern fue asignado para trabajar en un centro comercial en Delaware desde el que funcionaba un centro de cobranzas del banco y su trabajo consistía, básicamente, en borrar alertas.
“Una vez me senté en mi cubículo me di cuenta de que ese no era mi lugar y que estaba en problemas”, reflexiona Stern.
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El exoficial de cumplimiento señala en la serie que durante sus revisiones encontró que una de las contrapartes del banco era TAJCO, una persona jurídica reseñada en una de las listas de terroristas globales de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE.UU. (OFAC en inglés).
Sus pesquisas, afirma en el documental, le permitieron descubrir que alguien modificaba, dentro de los sistemas del banco, la razón social de TAJCO por TAJ.CO o por TAJ-CO.
Stern sostiene que “así es como manipulaban criminalmente los filtros de la transferencia para permitir el blanqueo de dinero para terroristas y carteles”.
Con este simple y sencillo método funcionarios corruptos al interior de la entidad financiera lograron evadir los controles de listas restrictivas establecidos, los cuales funcionan con base en algoritmos que identifican los caracteres contenidos en los registros de contrapartes para hallar coincidencias.
Quizá con lo que el HSBC no contaba es que debido a su cercanía con la CIA, Stern comenzó a entregarles información a las tres semanas de haber ingresado a trabajar.
Lo demás es historia: los directivos del banco tuvieron que reconocer públicamente sus fallas ante el Subcomité de Investigaciones del Senado de EE.UU. y la entidad financiera recibió multas que sumadas superaron los USD1900 millones de dólares.