La Presidenta pro témpore del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat) afirmó que se espera que los sujetos obligados enfoquen sus recursos en hacer una “verificación mayor cuando se trata de transacciones realizadas con esos clientes”.
Es muy posible que, por estos días, un gran porcentaje de las transacciones financieras que tienen lugar a lo largo de Latinoamérica estén siendo realizadas por personas expuestas políticamente (PEP).
Debido a la emergencia se presume la legitimidad de dichas transacciones, toda vez que pueden tener como finalidad la adquisición de insumos médicos para clínicas y hospitales o la compra de alimentos para poblaciones vulnerables.
Sin embargo, los oficiales de cumplimiento no pueden olvidar el riesgo asociado que tienen las PEP.
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¿Qué dicen las recomendaciones del GAFI?
De acuerdo con la recomendación 12 del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), las instituciones financieras deben aplicar medidas de control más estrictas a las operaciones realizadas por las contrapartes catalogadas como PEP.
Incluso, el estándar exige tener sistemas apropiados de gestión de riesgo que permitan establecer si un cliente o beneficiario final cabe dentro de la definición de PEP y llevar a cabo “un monitoreo continuo intensificado de la relación comercial”.
Mayor cuidado: el mensaje del Gafilat
Según Wendy Lora, presidenta pro témpore del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), se espera que los sujetos obligados enfoquen sus recursos en hacer una “verificación mayor cuando se trata de transacciones realizadas con esos clientes”.
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El propio Gafilat emitió el pasado 8 de abril un informe en que alertó de “un posible repunte en delitos relacionados con corrupción”.
De hecho, el organismo regional manifestó que ante la crisis actual y “por la necesidad y urgencia que supone un estado de emergencia nacional, los procedimientos de adquisición de bienes son flexibilizados, lo que supone un mayor riesgo de corrupción”.
En este sentido la presidenta pro témpore del Gafilat afirmó que, debido al cierre de muchas actividades económicas, “no es lógico pensar que cualquiera de nosotros esté haciendo transacciones financieras muy relevantes. Eso no tendría mucho sentido”.
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Así las cosas, el mensaje para los oficiales de cumplimiento parece ser el de poner la lupa sobre todos los movimientos financieros que las PEP realicen durante el tiempo que dure la emergencia.
Se suele decir que las crisis traen oportunidades y los corruptos, infortunadamente, también pueden tener esa visión.