Dentro de AMLA 2020 hay varias provisiones que impactan en el día a día de los bancos, su forma de hacer negocios y cómo ven sus programas de prevención de lavado de dinero.
Por: David Schwartz*
Prevenir el lavado de dinero, la corrupción, los fraudes y otros delitos financieros es un labor de todos, por lo que como CEO de la Asociación Internacional de Banqueros de la Florida (FIBA por su sigla en inglés), me enorgullece poder compartir con la audiencia de Infolaft, nuestras perspectivas y medición del mercado.
Los tiempos actuales han demostrado ser un reto y algo que nadie hubiera podido prever, pero también ha sido un tiempo donde los planes de contingencia han demostrado su valor.
Esos planes, que estaban en pie para desastres naturales o similares, fueron adaptados para dejar las oficinas por un periodo mucho más largo y han sido claves para el correcto funcionamiento del sistema.
Durante el año y medio que llevamos lidiando con la pandemia, los profesionales de casi todas las disciplinas han limitado su contacto para contener el avance del COVID-19 y eso, por supuesto, ha afectado también al sector de compliance.
Hace unos meses parecía que los bancos estadounidenses regresarían a las oficinas después del primero de septiembre, hoy parece que a raíz de la variante Delta será postergado; sin embargo, los jugadores de la región se han mantenido muy ocupados.
Desde los Estados Unidos se han aprobado regulaciones muy importantes que impactan a los oficiales de cumplimiento en Colombia y toda la región de América Latina y el Caribe.
La principal de ellas es la ley contra el blanqueo de capitales de 2020 (AMLA por su sigla en inglés).
¿Qué es AMLA 2020?
AMLA 2020 es parte de la Ley de autorización de defensa nacional (NDAA por su sigla en inglés), un acta que cada año debe ser actualizada y trata de asegurar que las distintas ramas de defensa de los Estados Unidos tengan los recursos necesarios para su funcionamiento.
En su última versión, y representando uno de los cambios más significativos en materia de prevención de lavado de dinero desde la Ley Patriota de 2001, los legisladores tomaron todas las iniciativas pendientes en el Congreso que tenían que ver con estos temas y las agruparon en lo que hoy conocemos como AMLA 2020.
Dentro de AMLA 2020 hay varias provisiones que impactan en el día a día de los bancos, su forma de hacer negocios y cómo ven sus programas de prevención de lavado de dinero.
A lo largo de diversas columnas abordaré cómo estas provisiones impactan a los bancos en EE.UU. y Latinoamérica, incluyendo el que por medio de la Sección 6308 de AMLA, el Departamento del Tesoro y el Departamento de Justicia (DOJ por sus siglas en ingles) pueden pedir informacion sobre cuentas bancarias en el extranjero, imponiendo sanciones que van desde los USD50,000 dólares diarios o hasta perder su relación de corresponsalía en los Estados Unidos a los bancos que, buscando salvaguardar las leyes y regulaciones bancarias locales, se rehúsen a entregar dichos registros.
También hablaremos sobre las posibles modificaciones a la Ley de secreto bancario, la cual no ha sido actualizada en más de 50 años.
Así mismo, que en el mercado laboral de los Estados Unidos es cada vez más difícil encontrar profesionales de compliance como ustedes, y otros temas relacionados con las tendencias y riesgos a los que se enfrentan los oficiales de cumplimiento.
Todos estos temas serán cubiertos en mis próximas columnas y en la Conferencia Antilavado de FIBA del próximo año, para la que ya pueden inscribirse por medio de https://aml.fiba.net/en/aml2022/Home
Una vez mas quiero agradecer mis amigos de Infolaft por el honor de incluirme en su estimada publicacion. Y para todos en la audiencia, por favor sigan tomando las precauciones necesarias para controlar el virus y mantenerse seguros: ¡pónganse la mascarilla, mantengan distancia social, y lávense las manos!
*CEO de FIBA.