Los reguladores financieros del mundo han empezado a trabajar unidos para contrarrestar lo que perciben como riesgos transfronterizos relacionados con la tecnología Blockchain y las operaciones en monedas virtuales, dentro de los que se han identificado el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo, el fraude, la evasión fiscal y la evasión a los controles del capital.
Para proteger al sistema financiero mundial de estas amenazas, algunos supervisores y autoridades de control de Norteamérica, Oceanía y Europa optaron por crear dos grupos de trabajo conjunto que tienen como objetivo fortalecer las investigaciones criminales e impulsar la estandarización de políticas a antilavado: el Joint Chiefs of Global Tax Enforcement (J5) y el Comité Especial de la Unión Europea sobre Delitos Financieros, Evasión Fiscal y Evitación de Impuestos (TAX3).
El primero, cuyo nombre podría ser traducido como Autoridades Unidas de Control Fiscal Global, fue creado el 2 de julio pasado por el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS por su nombre en inglés) como un grupo de trabajo internacional conformado por las autoridades de recaudo y control tributario para realizar investigaciones criminales que busquen reducir los riesgos de delitos fiscales y lavado que suponen la operaciones en criptomonedas.
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Dentro de los miembros del J5 están los directores de delitos tributarios y altos funcionarios del IRS, Ingresos y Aduanas de Su Majestad del Reino Unido, la Comisión Australiana de Inteligencia Criminal y la Agencia de Ingresos de Canadá.
En relación con el Comité Especial de la Unión Europea sobre Delitos Financieros, Evasión Fiscal y Evitación de Impuestos (TAX3), fue creador por el Parlamento Europeo el pasado 1 de marzo como respuesta a las filtraciones conocidas como LuxLeaks y los Papeles de Panamá que dieron cuenta de la evasión fiscal, el lavado de activos y la corrupción en los Estados miembros de la UE.
Este grupo, que involucra a todos los Estados miembro de la Unión Europea, intentará que todas las jurisdicciones de la unión adopten los controles sobre el lavado de dinero y otros delitos financieros, pues esta sigue siendo en gran medida una función nacional de leyes domésticas, lo que llevó a un desajuste en todo el continente.
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¿Qué les preocupa a los reguladores?
- Negociación anónima Peer 2 Peer: los usuarios pueden transferir, de manera anónima, activos con cifrado digital de extremo a extremo que impiden la identificación de las partes intervinientes en la transacción.
- Minería de criptomonedas: los usuarios pueden obtener activos criptográficos extrayendo incluso desde sus teléfonos inteligentes y sin la participación de emisores centralizados. La ausencia de un emisor central hace que el valor de estos activos digitales sea inestable.
- Almacenamiento: los usuarios pueden almacenar activos criptográficos inmateriales en varias carteras que no están reguladas por las normas antilavado de dinero y financiamiento del terrorismo y quedan fuera del control de los reguladores.