De acuerdo con un informe de tipologías del Grupo de Acción Financiera de Sudamérica (Gafisud), al interior del fútbol se combinan varios factores que lo convierten en ‘‘uno de los múltiples sectores que resultan atractivos para la delincuencia’’. Ad portas del Mundial de Fútbol 2014 es preciso recordar que mientras muchos disfrutan –o sufren–los partidos, hay otros que lo usan como un canal para cometer sus delitos.
Al caer la tarde del 10 de noviembre de 2001 Diego Armando Maradona, uno de los mejores futbolistas de la historia, se encontraba sobre una tarima pronunciando un emotivo discurso ante miles de aficionados que abarrotaban las graderías del estadio La Bombonera, luego de que finalizara su partido de despedida.
Allí, en medio de aplausos y ovaciones, el astro argentino señaló que ‘‘el fútbol es el deporte más lindo y más sano del mundo, eso (sic) no le quepa la menor duda a nadie. Porque se equivoque uno, no tiene que pagar el fútbol. Yo me equivoqué y pagué. Pero la pelota no se mancha’’.
Desde entonces la frase según la cual ‘‘la pelota no se mancha’’ ha hecho carrera entre los seguidores del fútbol para justificar los errores de sus ídolos, lo cual les permite destacar su calidad futbolística por encima de sus actos de indisciplina.
Sin embargo, una cosa son los malos comportamientos y otra muy distinta los delitos: en los últimos años el fútbol ha sido utilizado como una plataforma para cometer toda clase de fraudes e incluso lavado de activos. Varios directivos, jugadores y técnicos se han visto involucrados en sonados escándalos que no solo los comprometen individualmente, sino que dejan un manto de duda sobre la transparencia al interior de los clubes de fútbol y la posible anuencia de varios de estos en la comisión de conductas que van en contra de la ley.
En medio de la pasión desbordada que genera el Mundial de Fútbol Brasil 2014 es preciso recordar que algunas situaciones conocidas ampliamente permiten inferir que la pelota sí se mancha, y sucede con bastante frecuencia.
El riesgo LA/FT del fútbol
El Grupo de Acción Financiera Internacional (Gafi) y el Grupo de Acción Financiera de Sudamérica (Gafisud) publicaron en 2009 un informe de tipologías de lavado de activos en el sector del fútbol.
Según el citado informe el aumento en el número de transferencias promueve la llegada a un mismo negocio de varios ‘managers’, intermediarios, ‘sponsors’ y empresas propietarias de jugadores. ‘‘Esta diversidad de partes interesadas y la circulación de dinero propician el ocultamiento de la actividad fraudulenta, en particular en la medida en que las operaciones y actividades delictivas se lleven a cabo en el exterior’’.
No obstante, gran parte de la riqueza se concentra en los equipos más reconocidos, razón por la cual ‘‘muchos de los clubes de fútbol están financieramente en malas condiciones y sus dificultades financieras podrían instar a las entidades a aceptar fondos de fuentes dudosas. La fragilidad financiera es, en parte, resultado del carácter del deporte’’.
La diversidad de estructuras jurídicas de los clubes de fútbol es otro tema que preocupa, ya que hay equipos que son desde sociedades de responsabilidad limitada que no cotizan en bolsa hasta fundaciones. El informe observa que ‘‘en algunos casos, los fondos de inversión de jugadores (reservas de talentos) gozan de personería jurídica independiente. La falta de reglamentación o control sobre las estructuras jurídicas, así como la propiedad o el control de los clubes de fútbol arrojan como resultado su carácter de fácil adquisición’’.
Casos en Colombia
El primer extraditado fue un dirigente deportivo
En enero de 1985 el gobierno de Colombia autorizó la extradición a EE.UU. de Hernán Botero Moreno, expresidente de Atlético Nacional, sindicado de narcotráfico. Botero se convirtió en el primer colombiano extraditado a EE.UU. en el marco del convenio celebrado entre ambos gobiernos el 14 de septiembre de 1979 y aprobado por el Congreso de la República mediante la ley 27 de 1980.
Posteriormente el juez Eugene P. Spellman, adscrito a la Corte del Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de la Florida, condenó a Botero Moreno a una pena de 30 años de cárcel mediante sentencia del 25 de noviembre de 1985 por el delito de lavado de dinero. Botero fue liberado por las autoridades estadounidenses en febrero de 2002, momento en el que regresó a Colombia.
El 20 de febrero de 2004 Botero y su familia instauraron una millonaria demanda de reparación directa contra la Nación por los perjuicios sufridos a causa de la extradición, en la cual, aducen los demandantes, hubo flagrantes errores. En fallo de primera instancia (junio de 2011) el Tribunal Administrativo de Cundinamarca negó las pretensiones de la demanda al aducir que la vía adecuada era la de nulidad y restablecimiento del derecho, y no la de reparación directa.
El exdirigente y su familia apelaron y el proceso se encuentra actualmente en estudio en la Sección Tercera del Consejo de Estado.
Orden de captura contra Freddy Rincón
El 4 de febrero de 2013 algunos medios de comunicación de Colombia informaron que la Interpol emitió circular roja –una orden de captura internacional– contra el exfutbolista vallecaucano Freddy Rincón, señalado de cometer lavado de dinero y conspiración criminal en relación a las drogas.
De acuerdo con un informe de El Tiempo, Rincón tiene abierta una investigación en Panamá por sus aparentes vínculos delictivos con Pablo Rayo Montaño, un presunto narcotraficante colombiano acusado de tráfico de drogas y lavado de activos por la justicia de Estados Unidos.
Infolaft consultó el 5 de mayo de 2014 el portal de Internet de Interpol y verificó que la orden de captura sigue vigente. De acuerdo con Interpol Rincón es ‘‘buscado por las autoridades judiciales de Panamá (…) para cumplir una sentencia’’. Por su parte, en entrevista realizada con la W Radio en febrero de 2013, Rincón reconoció que dicha orden data de 2006 y que si bien no era culpable de los delitos de los que es acusado, él estaba respondiendo ante las autoridades.
Durante su carrera deportiva Rincón jugó en clubes como Independiente Santa Fe y América de Cali en Colombia, Palmeiras de Brasil, Nápoles de Italia y Real Madrid de España.
América de Cali y la lista Clinton
El 8 de junio de 1999 la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE.UU. (Ofac por su sigla en inglés) designó al América de Cali en la lista Clinton o lista de traficantes de drogas especialmente designados (Sdnt por su sigla en inglés). En su momento, Ofac destacó que ‘‘entre las empresas de propiedad o bajo control del Cartel de Cali está el equipo de fútbol América’’.
Tras la inclusión en la lista los dirigentes del club decidieron no realizar ningún acercamiento con Ofac. No obstante, en 2009 Jorge Iván Ospina, el entonces alcalde de Cali, se reunió con William Browmfield, embajador de EE.UU. en Colombia entre 2007 y 2010, para iniciar un proceso con el gobierno estadounidense con el fin de facilitar la salida de América de la lista Clinton.
Luego de varios meses de trabajo, de ajustes internos, de una reorganización empresarial y de la firma de acuerdos para pagar deudas atrasadas, el 3 de abril de 2013 América de Cali fue excluido de la lista luego de demostrarle a Ofac que los cuestionados accionistas y socios señalados de integrar redes de narcotráfico ya no hacían parte del club.
A pesar de haber salido de la lista y de que sus problemas financieros comenzaron a solucionarse debido al ingreso de nuevos patrocinadores, el equipo no supera sus falencias deportivas y sigue condenado al ‘infierno’ de la serie B del fútbol colombiano.
‘Viejo Willy’ y Cortuluá en la lista
El Cortuluá, un equipo que ha jugado varias veces en la primera división del fútbol colombiano, fue designado en la ‘lista Clinton’ el 31 de octubre de 2006. Allí permaneció hasta el 24 de mayo de 2012. Al parecer, el club tuvo vínculos con el presunto narcotraficante Carlos Alberto Rentería.
Pero el Cortuluá y el América de Cali no fueron los únicos equipos que hicieron parte de la temida lista, toda vez que el 28 de marzo de 2007 también fue incluido el Florida Soccer Club. Hasta el cierre de esta edición dicho equipo continuaba designado, a pesar de haber desaparecido hace algunos años tras venderle su ficha deportiva al Córdoba F.C.
La triste historia de designaciones también ha incluido a jugadores y directivos: el reconocido exfutbolista Willington Ortíz salió de la lista el 19 de abril de 2012 tras permanecer designado desde 1996, mientras que Carlos Puente González, presidente del América de Cali entre 1996 y 2009, fue retirado de la lista el 12 de junio de 2013 tras su fallecimiento en julio de 2012.
Condena por lavado contra exdirigentes del DIM
El 22 de mayo de 2012 la Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior de Medellín condenó a José Rodrigo de la Trinidad Tamayo Gallego, exsocio del Deportivo Independiente Medellín (DIM), a una pena de ciento diecisiete (117) meses de prisión y al pago de una multa superior a 2300 millones de pesos por el delito de lavado de activos agravado. Según la sentencia, Tamayo habría utilizado al DIM para lavar dinero del narcotráfico.
En su momento el Tribunal Superior de Medellín también halló culpable de lavado de activos a Mario de Jesús Valderrama Gómez, expresidente del equipo, a quien le impuso una pena de noventa y seis (96) meses de cárcel y el pago de una sanción pecuniaria superior a 157 millones de pesos.
De acuerdo con la sentencia, a la cual infolaft tuvo acceso, Tamayo no logró explicar el origen de su fortuna –que ascendería a 15 000 millones de pesos– y se le comprobó un nexo con el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria. Adicionalmente, durante la investigación se demostró que Tamayo usó pagarés con acreedores ficticios para justificar la entrada y salida de dineros del DIM; además, algunos testigos relataron que a las oficinas del DIM llegaban con frecuencia ‘tulas’ llenas de dinero de las que no se tenía mayor información.
Respecto a Valderrama Gómez el Tribunal expresó que ‘‘su participación delictiva en grado de certeza se evidencia por la conjunción de tres hechos: 1) el de ostentar un cargo de dirección y manejo en el ingreso y/o egreso de tales sumas de dinero; 2) el mando efectivo y real que desarrolló en tales operaciones, y 3) su participación concreta en actos relacionados con el ingreso y egreso de los dineros’’.
Tanto Tamayo como Gallego habían sido absueltos el 24 de marzo de 2012 por el Juez Primero Penal del Circuito Especializado de Medellín; sin embargo, y tras la apelación de la Fiscalía, fueron condenados.
Actualmente cursa un recurso extraordinario de Casación ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, la cual deberá decidir en forma definitiva si los exdirigentes son o no culpables.
¿Arreglo de partidos a nivel mundial?
El 6 de febrero de 2013 la Policía Europea (Europol) reveló que adelantaba unas investigaciones contra la que sería una red internacional que arreglaría partidos en todo el mundo. Según una declaración entregada entonces por Rob Wainwright, director de Europol, la persecución contra los delincuentes ‘‘desafortunadamente ahora también incluye al mundo del fútbol, donde las ganancias ilegales se realizan a una escala y de una manera que ponen en peligro la estructura misma del juego’’.
Europol precisó a través de un informe que la ‘‘extensa red criminal en el fútbol’’ estaría integrada por un total de 425 personas, entre árbitros, dirigentes de clubes, jugadores y criminales de más de 15 países que habrían intentado arreglar cerca de 380 partidos profesionales. A través de esta ‘‘operación sofisticada del crimen organizado’’ se habrían generado más de U$10 millones de dólares en ganancias.
Durante la investigación se revisaron varios informes de inteligencia de Europol y más de 13 000 correos electrónicos en los que se habría evidenciado el vínculo entre los sospechosos y los juegos de fútbol. Las pesquisas tuvieron lugar entre julio de 2011 y enero de 2013 por Europol en coordinación con las justicias de Alemania, Finlandia, Hungría, Austria y Eslovenia.
Producto de todo el trabajo revelado por Europol se abrieron algunos procesos penales en varios países de Europa, entre ellos Alemania, donde 14 personas ya fueron declaradas culpables y condenadas a un total de 39 años de prisión.
En su momento Europol indicó que ‘‘no realizará comentarios alrededor de los partidos, jugadores y demás funcionarios involucrados’’. Según Europol, existen sospechas sobre algunos juegos del Mundial de Fútbol (aunque no precisan sobre cuáles), además de otros identificados en Sudamérica y Centroamérica.