Hace algunas semanas la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE.UU. (Ofac por su sigla en inglés) incluyó en su lista de sancionados a 42 empresas y 21 personas de origen mexicano. Esta ha sido la acción más grande contra redes mexicanas y de ella se pueden identificar negocios presuntamente usados para lavar activos del narcotráfico.
El pasado 9 de agosto muchos medios de comunicación informaron que el destacado futbolista mexicano Rafael Márquez –defensor de la selección de su país y exjugador del FC Barcelona– había sido reseñado en la lista de la Ofac por sus presuntos vínculos con Raúl Flores Hernández, un presunto narcotraficante mexicano que habría creado una red de empresas para lavar millonarios recursos.
No obstante, la noticia va más allá. Realmente lo que hizo la Ofac fue identificar casi medio centenar de empresas posiblemente utilizadas para dar apariencia de legalidad a activos provenientes de actos delictivos.
Si esta información se analiza desde el enfoque de gestión de riesgos –y se deja a un lado que un deportista famoso fue sancionado– es posible identificar sectores con mayor exposición al lavado de activos y a la financiación del terrorismo en México.
Al revisar juiciosamente la lista de sancionados se encuentra que hay empresas dedicadas a las siguientes actividades:
- Comercializadoras.
- Escuelas deportivas.
- Casinos.
- Empresas de combustibles.
- Compañías del sector de alimentos.
- Inmobiliarias.
- Restaurantes.
- Bares.
- Productoras audiovisuales.
- Empresas de edición musical.
- Comercializadoras de boletas para eventos.
- Compañías terapéuticas.
- Clínicas de rehabilitación.