Latinoamérica y sus acciones para combatir el LAFT. Imagen Freepik
El nuevo año sirve siempre como oportunidad para reflexionar sobre los logros o los pendientes en el tema que nos ocupa: el lavado de activos, financiamiento del terrorismo y financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva.
Por: Sergio Espinosa, Director de la UIF de Perú
Tiempo de reflexiones
Con el inicio de un nuevo año las personas y la sociedad misma solemos embargarnos de un espíritu reflexivo.
Miramos hacia atrás para repasar lo que hicimos o dejamos de hacer, o lo que nos pasó a nosotros o a nuestras familias, negocios, trabajos, país, entre otros.
Asimismo, a veces, como consecuencia inevitable de ese cierre de balance, nos planteamos el año que comienza como un período adecuado para fijarnos metas, proyecciones, decisiones que pretenden darle un curso distinto a lo que tal vez antes no resultó como hubiéramos querido.
Independientemente de las razones que nos impulsan a tomar el cambio de año como un punto de referencia en todas o algunas de las dimensiones de nuestras vidas, el hecho es que eso es lo que hacemos la mayoría de las personas.
Como consecuencia, la fecha sirve siempre como oportunidad para reflexionar sobre los logros o los pendientes en el tema que nos ocupa: el lavado de activos, financiamiento del terrorismo y financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva.
Balance del 2022
A nivel regional, durante el 2022 concluyeron los procesos de evaluación de Paraguay y de Ecuador, en ambos casos con calificaciones que evitaron su incorporación al seguimiento especializado por parte del ICRG del GAFI (lista gris).
Del mismo modo, se inició la presentación, discusión y preparación sobre los elementos que a la fecha ya se conocen respecto a la quinta ronda de evaluaciones mutuas que se llevará a cabo en toda la red global, y se continuó con el proceso de monitoreo de las amenazas regionales en la materia.
También se dio impulso a las pasantías entre UIF para ver temas vinculados al análisis operativo y estratégico.
Con relación a las personas, 2022 fue un año de varios cambios en las coordinaciones nacionales o en la dirección de diversas UIF de la región, especialmente en el ámbito del GAFILAT, ya sea como consecuencia de cambios de gobierno o de otro tipo de consideraciones propias de la realidad interna de cada país.
En el ámbito específico del Perú, se continuó con la elaboración y publicación de importantes documentos, después de que en 2021 se hubieran lanzado los estudios sectoriales de riesgo sobre activos virtuales y personas jurídicas.
En ese sentido, a mediados de 2022 se publicó la tercera Evaluación Nacional de Riesgos (ENR) en lavado de activos del país (con data a 2021) y se iniciaron los trabajos para la primera ENR enfocada únicamente en financiamiento del terrorismo y de la proliferación.
Se publicó también un estudio sectorial sobre los riesgos de lavado en el mercado de casinos y juegos.
Así mismo, se avanzó con la elaboración de la política nacional en materia de lucha contra el lavado de activos, la cual no se pudo concluir en el año como estaba originalmente previsto, debido a los acontecimientos políticos que marcaron el curso del Perú durante el 2022 y desde el año 2021.
Adicionalmente, se ha venido trabajando y está en proceso de edición, para su publicación, el estudio sobre riesgos de lavado de activos en el sector de abogados y contadores.
Finalmente, desde la UIF se continuó con el desarrollo de proyectos de uso de inteligencia artificial en diversos procesos internos, y tuvo lugar el lanzamiento de la consultoría para el desarrollo de las asociaciones público-privadas (APP) para el combate contra el LA y el FT, con la meta de introducir la colaboración operativa entre UIF y sujetos obligados en el tratamiento de casos materia de reportes de operaciones sospechosas.
Retos para el 2023
El año que comienza nos presenta variados retos para ser más efectivos y lograr impactos más tangibles, que por supuesto dependen de la realidad y condiciones de cada país.
Brasil tendrá la discusión de su evaluación en octubre, mientras que para Bolivia se hará lo propio en diciembre.
Además, comenzarán los procesos que darán lugar a las evaluaciones mutuas de Argentina y El Salvador en 2024, poniendo fin a la cuarta ronda para los países del GAFILAT, incluyendo aquellos que tienen también la membresía del GAFI.
La región en su conjunto deberá mirar, cada vez con mayor atención, el inicio de la quinta ronda de evaluaciones mutuas, poniendo énfasis en los cambios en las recomendaciones y en el proceso mismo, materia especialmente importante para los países que inician la nueva ronda: Cuba y Costa Rica.
Lecciones aprendidas
Hablando de la cuarta ronda, hay muchas lecciones que extraer de los procesos de los países cuyas evaluaciones ya concluyeron.
Estas lecciones corresponden a los países en cuanto a sus experiencias individuales específicas y a lo que pueden mejorar de cara a la siguiente evaluación.
Aunque también se trata de lecciones para los miembros del GAFILAT respecto a la forma cómo se elaboran, discuten y aprueban sus evaluaciones mutuas, en el marco del esfuerzo permanente por tener evaluaciones consistentes y coherentes entre sí, y cuyas conclusiones respondan exclusivamente a criterios técnicos y objetivos.
En un proceso evaluativo prácticamente único en cuanto a similitudes lingüísticas, culturales y de sistemas jurídicos, debe siempre tenerse cuidado de que la camaradería que existe no termine traduciéndose en una solidaridad mal entendida que conduzca a cambios en las calificaciones sin el adecuado sustento.
Y ya que estamos haciendo referencia a los vínculos personales, existe también el reto de mantener y acrecentar la confianza y la colaboración lo más operativa posible, aun con los cambios en las coordinaciones nacionales o en la dirección de las UIF.
En ese sentido, incluso las variaciones periódicas en las orientaciones políticas de nuestros gobiernos no deben ser un obstáculo para una cooperación que debe mantenerse técnica y alejada de esas circunstancias.
Perú y su lucha contra el LA/FT en 2023
Respecto al Perú, el 2023 deberá ser el año en que se publiquen la primera ENR exclusiva en financiamiento del terrorismo y de la proliferación, y la nueva política nacional contra el lavado de activos.
También se espera iniciar la recepción de información proveniente de las plataformas de servicios de activos virtuales, concluir el proyecto de asociaciones público-privadas y profundizar la aplicación de la inteligencia artificial en diferentes líneas de acción de la UIF.
Como podemos ver, el 2023 viene bastante cargado y, seguramente, habrá espacio para sorpresas, aunque esperemos que no sean como las que han traído los últimos años.
En todo caso, entre todas las circunstancias que pueden variar, siempre habrá una constante: urge crecer sustancialmente en efectividad y, en consecuencia, trabajo al respecto no va a faltar.