El presidente Iván Duque anunció el pasado 20 de enero que Colombia adoptó los listados de organizaciones terroristas emitidos por EE.UU. y la Unión Europea.
Tras la III Conferencia Ministerial Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, realizada el pasado lunes 20 de enero en Bogotá, varios medios de comunicación informaron que el Gobierno de Colombia ya no considera a las FARC como terroristas “por ser hoy un partido político”.
De acuerdo con un reporte de El Tiempo, Colombia, a través de su Consejo de Seguridad Nacional, decidió adoptar las listas de Estados Unidos y de la Unión Europea de personas y grupos vinculados al terrorismo internacional.
Dentro de la lista de terroristas globales especialmente designados de Estados Unidos (SDGT por su sigla en inglés) están reseñadas las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Sin embargo, esa agrupación no aparece en la lista de la Unión Europea.
También le puede interesar: listas restrictivas, no todas son obligatorias
Si bien el Gobierno Nacional decidió adoptar las dos listas, hubo una excepción: el Consejo de Seguridad Nacional de Colombia optó por excluir a las FARC de la lista transcrita de EE.UU. tras reconocer que, en la actualidad, son un partido que ejercer la política.
Minutos después de ese anuncio, la Embajada de Estados Unidos publicó un tweet en el que dice esperar que Colombia sí catalogue como terroristas a los disidentes de las FARC.
Dicho esto, ¿cambia en algo la labor diaria que realizan los oficiales de cumplimiento para prevenir el lavado de activos?
La verdad es que no.
Desde hace varios años los profesionales de prevención del LA/FT de diferentes sectores ya vienen integrando las listas restrictivas de Estados Unidos y de la Unión Europea dentro de sus procesos de conocimiento de contrapartes.
En algunos casos, incluso, esas listas son de uso obligatorio de acuerdo con las políticas internas de cada empresa.
Como la lista de Colombia –en principio– se basa únicamente en el contenido de las dos listas internacionales ya referidas, pues no hay mayor novedad.
Por otra parte, el hecho de que el Gobierno no considere a las FARC como terroristas es ya un avance en el plano político, pero no tiene trascendencia en el plano técnico de prevención del LA/FT debido a que esa agrupación sigue sancionada por los Estados Unidos.