De acuerdo con la definición establecida en el Sistema de Administración del Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (Sarlaft), las señales de alerta serian hechos, situaciones, eventos, cuantías, indicadores cuantitativos y cualitativos, razones financieras, y demás información que la entidad vigilada determine como relevante.
La finalidad de tales señales de alerta es permitir que la entidad vigilada infiera de manera oportuna y prospectivamente la posible existencia de un hecho o situación que escapa a lo que la entidad, en el desarrollo del Sarlaft, ha determinado como normal.
Estas señales deben considerar cada uno de los factores de riesgo (cliente, canal de distribución, productos y jurisdicciones) y las características de sus operaciones, así como cualquier otro criterio que a juicio de la entidad resulte adecuado.
Metodologías para diseñar señales de alerta
Existen diferentes metodologías que permiten diseñar señales de alerta. Dentro de estas metodologías, se pueden encontrar las alertas que provienen de las listas que verifique cada entidad, las derivadas de los perfiles del cliente que sean diferentes a los de la segmentación, los saltos del cliente entre segmentos y la distancia a punto de referencia del segmento.
Metodología de señales de alerta por perfiles
Una primera metodología básica para diseñar señales de alerta, consiste en asignar perfiles a los clientes teniendo en cuenta por ejemplo, su comportamiento transaccional con relación a la actividad económica reportada, a su información financiera o al segmento comercial al que pertenece, entre otros.
Con estos perfiles se busca que la entidad pueda determinar las situaciones de normalidad de sus clientes. Una vez se determine el perfil del cliente, es necesario establecer qué es lo contrario a esos perfiles para que en el evento en que lo contrario al perfil se genere de forma automáticamente una alerta.
Metodología de señales de alerta provenientes de la segmentación
Esta segunda metodología consiste en determinar señales de alerta a través de la segmentación de los cuatro factores de riesgo. En relación con este punto, el numeral 4.2.2.2.2. del Sarlaft señala que “A través de la segmentación las entidades deben determinar las características usuales de las transacciones que se desarrolla y compararlas con aquellas que realicen los clientes, a efectos de detectar operaciones inusuales.”
En desarrollo de lo anterior, una vez que la entidad cuente con los perfiles de cada uno de los segmentos (reglas de segmentación) puede saber cual sería el comportamiento normal dentro de los segmentos. Luego de establecer dichas situaciones de normalidad de los segmentos, se debe analizar para poder determinar qué saltos de los clientes entre los segmentos serían lógicos y cuales no.
Teniendo claro los saltos entre segmentos que no sean lógicos, se procede a diseñar las señales de alerta para cada uno de los segmentos. En el momento en que un cliente salte de un segmento a otro y dicho salto no es lógico, se debe generar una alerta.
Metodología de señales de alerta provenientes de un valor
Lo primero que se debe hacer bajo esta metodología, es identificar los puntos de referencia o comportamientos habituales de los clientes, con el fin de comparar el comportamiento puntual de un cliente con este punto de referencia.
Para determinar esos punto de referencia comúnmente se utilizan análisis de medias y desviaciones. Los puntos de referencia están dados por los valores que se quieran determinar.
Para determinar los valores, éstos dependerán de las variables que se estén analizando, pueden ser frecuencia de transacciones, montos de las transacciones o datos mas complejos compuestos por más de una variable, como por ejemplo relación de operaciones crédito con los ingresos mensuales de un cliente.
Con la anterior información, se realiza el análisis de la distancia entre el punto de referencia y el dato de análisis, a fin de identificar si esta distancia se encuentra entre la distancia aceptado o se considera como una señal de alerta.
La distancia aceptada esta dada por el análisis de medias y desviaciones mencionados anteriormente.
Procedimiento de señales de alerta
Para poder diseñar señales de alerta adecuadas, se propone seguir con los siguientes puntos:
- Identificar fuentes de información para diseñar las señales de alerta, así como realizar un estudio de las mismas. La UIAF y los grupos internacionales como el GAFI o GAFISUD tienen documentos especializados útiles para el diseño de las alertas.
- Tener en cuenta los eventos de riesgo identificados en desarrollo del Sarlaft (control detectivo). Al respecto, los eventos de riesgo de LA/FT resultantes del desarrollo de la etapa de identificación servirán como marco de referencia para determinar las señales de alerta relacionados con tales eventos de riesgo.
- Establecer varios niveles de certeza adicionales a inusualidades y sospechas.
- Cuando la señal de alerta proviene de un medio de comunicación, las entidades siempre deben tener en cuenta la veracidad y confiabilidad del medio.
- Utilizar técnicas de investigación basadas en vínculos en el patrimonio, en la evolución cronológica de los negocios, y en la revisión de documentos.
- Para plantear hipótesis correctas es necesario entender que no son más que explicaciones tentativas y temporales de un fenómeno. Las hipótesis deben tener una causa que se debe sustentar en una evidencia, tras lo cual se aplica una técnica de análisis para posteriormente tomar una acción.
- El resultado final, debe ser la decisión de negocio que tomaría la entidad vigilada luego de realizar el análisis de la(s) señal(es) de alerta correspondiente.