El Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT) acaba de cumplir 20 años de trabajo y ya proyecta sus propósitos para los próximos años.
En diciembre del año 2000 delegados de nueve países de Sudamérica se reunieron en Cartagena de Indias para acordar los estatutos de un organismo regional de lucha contra el lavado de activos.
Dicho organismo se bautizó como el Grupo de Acción Financiera de Sudamérica (GAFISUD) y, en principio, estuvo conformado por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.
Con el pasar de los años el Grupo se amplió y comenzó a recibir jurisdicciones de toda Latinoamérica. Aquello motivó un cambio de nombre a GAFILAT.
Pues bien, luego de dos décadas de labores y de cuatro rondas de evaluaciones mutuas, el organismo publicó un libro conmemorativo en el que expone sus principales logros.
No obstante, quizá lo más relevante para la comunidad de oficiales de cumplimiento del continente, es la proyección que hace para los próximos años.
Un organismo más robusto
El GAFILAT reconoce que en un futuro cercano no existirá presencia física en ninguna operación financiera, hecho que, sumado a la digitalización de todos los canales, hará que se incremente el riesgo de LA/FT.
Es claro para el organismo que el crimen organizado se caracteriza por su rápida adaptación a nuevos escenarios.
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“Es esta realidad la que le exige al GAFILAT evaluar los comportamientos financieros del mundo en el futuro inmediato, prestando especial atención a la digitalización de la economía”, asegura.
Para alcanzar el propósito de mantener su reputación y fortalecer su rigor técnico, el GAFILAT se ha propuesto para los próximos cinco años disminuir las influencias políticas y consolidar las técnicas.
También prevé mejorar la coordinación entre países, desarrollar productos entregables específicos para cada temática y nación, y fomentar investigaciones conjuntas y alianzas de cooperación entre naciones.
La grave amenaza del Covid-19
En el libro conmemorativo, el GAFILAT realizó un llamado a sus miembros “a no bajar la guardia y seguir colaborando con el fin de abordar los desafíos actuales” derivados del Covid-19 para evitar que sean aprovechados por grupos criminales.
Para ello, recordó que puso a disposición de sus países miembros y de la comunidad en general un reporte que da cuenta de las principales amenazas de LA/FT derivadas de la pandemia.
Vale la pena recordar que el documento fue construido con base en la información reportada por gobiernos de todo el continente sobre riesgos identificados y medidas para controlar el riesgo en la actual emergencia.
