Según el autor, este libro describe los emplazamientos internacionales de las tres principales mafias italianas, como son la Ndrangheta, la Camorra y la Cosa Nostra. Al mismo tiempo, destaca cómo estos grupos representan “(…) uno de los principales holdings económico financieros criminales del planeta”.
El libro no es apto para lectores indisciplinados pues cita innumerables nombres; sin embargo, resulta interesante que dentro de estas citas se hacen abundantes alusiones a Colombia.
Algunas reflexiones del escritor resultan citables en nuestro medio:
No dejar rastro de los movimientos de dinero es la principal obsesión de los mafiosos y de los narcotraficantes, exactamente del mismo modo que, por el contrario, la trazabilidad del dinero debería convertirse en imperativo categórico para los gobiernos y las instituciones financieras de todos los países y de la Unión Europea en su conjunto. Mientras que los primeros actúan incoherentemente, los segundos se mueven a tientas, o van con legislaciones disfrazadas (sic), en sentido diametralmente opuesto.” (Pg. 112)
“La reflexión y el crimen organizado representan las cuestiones más graves del actual modelo económico y social. Corrupción y mafias producen un coste social cada vez menos soportable para el mundo, disipan recursos, destruyen y envenenan el medio ambiente, violan los derechos humanos y comprometen la democracia.”. (Pg. 241)