Crimen organizado y su impacto en sistema financiero. Imagen Pvproduction
Según Jürgen Stock, secretario general de Interpol, hay que incrementar los esfuerzos para mejorar la efectividad en la recuperación de activos.
Muchas voces expertas alrededor del mundo señalan que la guerra contra las drogas, iniciada en la década de los años 70, ha sido un rotundo fracaso.
Pues bien, todo indica que la lucha global contra el crimen organizado, incluido el lavado de activos, va por el mismo camino.
En el marco de una cumbre conjunta entre el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) e Interpol, realizada en Singapur entre el 12 y 13 de septiembre de 2022, hubo pronunciamientos poco alentadores.
Durante el evento el secretario general de Interpol, Jürgen Stock, señaló que “la magnitud de las ganancias ilícitas y la velocidad a la que miles de millones cruzan las fronteras es muy preocupante”.
Stock afirmó que los grupos de crimen organizado “están socavando los sistemas financieros globales e infligiendo enormes pérdidas tanto a las empresas como a las personas”.
Ante ese escenario, el experto reconoció que “debemos hacer más para generar el impacto operativo significativo que se necesita hoy”.
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Y es que según datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC en inglés), los países interceptan y recuperan menos del uno por ciento de los flujos financieros ilícitos globales.
Lo complejo del asunto es que, según el GAFI, a menudo los activos robados se sacan de los países rápidamente y se canalizan hacia o a través de varios países.
Ese proceso eficiente de traslado entre jurisdicciones hace que la recuperación de los activos “sea complejo y requiera una larga cooperación internacional”, admite el GAFI.
Al término de la cumbre los expertos identificaron los cambios estratégicos y operativos necesarios a nivel nacional e internacional para una mejor recuperación de activos.
Estos cambios incluyen un cambio en las perspectivas y la cultura de aplicación de la ley, redes y herramientas internacionales mejoradas, y una legislación y estándares globales más fuertes contra el lavado de dinero.