El periodista Felipe Romero publicó recientemente su libro El Cartel de la Contratación: la historia no revelada, donde explica el paso a paso de uno de los mayores escándalos de corrupción que han tenido lugar en Colombia. Infolaft lo entrevistó.
Infolaft:
¿Cuánto tiempo tardó su investigación?
Felipe Romero:
Esta investigación comenzó en 2010 y para efectos del libro concluyó en noviembre de 2013. Arrancó a raíz de todo el ruido que se dio en ese momento respecto a un posible caso de corrupción, el cual tomó forma cuando salió a la luz la grabación entre el exrepresentante Germán Olano y Miguel Nule. Le reseño esa conversación porque yo tuve ese audio de primera mano, pero como el noticiero se emite los fines de semana no la pude publicar el día que la obtuve. La grabación que se filtró en la radio tenía algunos minutos, pero la mía era de una hora y cuarenta minutos.
Luego de eso yo empecé a desarrollar el tema y a acumular mucho material debido a que en televisión, por temas de tiempo, no se pudo publicar todo. Finalmente, hacia febrero de 2013, me dediqué a organizar todo ese rompecabezas y a cotejar las entrevistas que tenía con todos los implicados.
Infolaft:
¿Cuál fue el hilo conductor de su investigación?
FR:
El hilo conductor tiene que ver con el exsubcontratista Alejandro Botero y el exdirector jurídico del IDU, Inocencio Meléndez. Botero era un personaje insignificante dentro de todo el entramado porque en muchas ocasiones fue utilizado, pero empezó a entregar documentación cuando los miembros del cartel le incumplieron con pagos.
Por su parte, Inocencio Meléndez asistió a varias reuniones y esa información me permitió hilar muchas cosas que yo tenía entre la documentación entregada por Botero, grabaciones de conversaciones y entrevistas. Al hacer el análisis me percaté de que todo no empezó con Samuel Moreno, sino en la administración anterior a él.
Infolaft:
¿Por qué habla de un cartel?
FR:
Yo hablo de un cartel y no de un carrusel porque aquí se estructuró una organización con jerarquías, con sus respectivos alias y funciones. Todos los contratos del Distrito llegaban a una sola bolsa y eso se lo repartían. El error de ellos fue que subcontrataron y no cumplieron, por eso Botero los delató.
Infolaft:
Le voy a hacer la pregunta que todo el mundo se hace. ¿A dónde fue a parar el dinero?
FR:
Hay plata en cuentas en Suiza, en Dubai y en Panamá. En su momento hubo muchas transacciones en Islas Caimán y otros paraísos fiscales.
Además, hay mucho dinero invertido en propiedades en Estados Unidos. De hecho, la última vez que yo hablé con Miguel Nule en la cárcel –a finales de 2012– él me contó que para la cesión del contrato de la calle 26 hubo una coima para los hermanos Moreno de 30 mil millones de pesos que se pagó con ladrillos y cemento. Esos materiales permitieron construir un exclusivo conjunto residencial en Miami.
Infolaft:
En algún momento se habló de una investigación contra los Nule por un presunto lavado de activos. ¿Qué encontró al respecto?
FR:
Yo creo que en su momento esa fue una jugada de los abogados de los Nule para tratar de desviar la atención. Ellos sabían que el tema de lavado se iba a archivar. La única denuncia que se hizo al respecto fue la de Viviane Morales, por aquel entonces fiscal general, pero eso no prosperó.
Respecto a lavado le cuento algo más: Marcos Gil, alias ‘El Papero’, estuvo relacionado con Emilio Tapia en el proyecto de cielos abiertos de San Victorino, el cual si bien nunca se hizo, sí se facturó por 80 000 millones de pesos. Gil llegó a ese proyecto a través de un familiar, luego de eso todos confluyeron –incluido Tapia– en la creación de una especie de unión temporal para hacerse a ese contrato. Adicionalmente, ellos firmaron un acuerdo de confidencialidad, justo para las elecciones en las que Samuel Moreno era favorito, para ver cómo se repartirían un contrato que ni siquiera se había adjudicado, es decir, ya sabían que era para ellos.
Infolaft:
¿Qué señales de alerta tuvo para identificar este caso de corrupción?
FR:
Como periodista yo prendo las alarmas cuando hay adiciones en un contrato porque si existe un presupuesto y se gastó plata proyectando, sacando diseños, y estudios preliminares no hay razón para la adición. La figura de la adición es perversa y cuando usted mezcla –en palabras del concejal Juan Carlos Flórez– en un mismo vaso el cóctel del empresario y el político no obtiene nada nuevo.
Otra señal de alerta que tengo es cuando un funcionario dura mucho tiempo en un cargo. Para este caso el exsecretario de Salud, Héctor Zambrano, ocupó su puesto durante las administraciones de Luís Eduardo Garzón y Samuel Moreno, y fue una de las piezas claves de todo esto.
Infolaft:
¿Habrá un segundo volumen del libro? ¿La investigación sigue?
FR:
La investigación sigue porque todavía nos falta saber lo que ocurrió en el nivel nacional y eso involucra a altos exfuncionarios y personalidades de la política. Hay focos en acueductos, gas y electrificadoras.