Durante el segundo foro de infolaft del presente año dos fiscales de la nueva Dirección de Fiscalía Nacional Especializada para la Extinción de Dominio recomendaron mejorar la documentación en los procesos de debida diligencia, prestarle especial atención a las repotenciaciones financieras de las empresas y elaborar estudios de mercado que permitan determinar si determinadas operaciones se ajustan a la realidad de los negocios.
Recomendaciones: documentar, analizar y hacer monitoreo a clientes
De acuerdo con Jaime Jaramillo, fiscal especializado de la Dirección de Fiscalía Nacional Especializada de Extinción de Dominio, el Código de Extinción de Dominio busca ofrecer resultados y por eso amplía su marco de competencia a todas las actividades ilícitas. Jaramillo expresó que en su amplio recorrido como fiscal ha ‘‘encontrado muchas situaciones en donde, la verdad, uno como fiscal o juez queda perplejo porque no encuentra una base suficiente para poder estructurar un caso’’, haciendo referencia a la información que suministran algunas entidades del sector financiero.
El fiscal señaló que todos los negocios que se realicen deben ser documentados adecuadamente. En este mismo sentido, manifestó que ‘‘la documentación se debe mejorar y no se debe circunscribir al formulario. Hay que conocer a los clientes y socios personalmente’’, práctica que sería útil para tratar de establecer por qué algunos clientes actúan por interpuesta persona para realizar sus negocios.
‘‘La labor de ustedes es prevenir (…), lo ideal sería establecer una buena relación con el cliente y estar en su entorno, y conocerlo mejor’’, para lo cual sugirió visitar a los clientes con, por ejemplo, propuestas de negocio, algo que serviría tanto para ampliar la relación comercial como para hacerles control.
Otra de las recomendaciones fue la de hacerle seguimiento al negocio. Jaramillo cuestionó que algunas operaciones sospechosas sean reportadas varios años después de realizado el negocio. ‘‘Es en ese momento cuando uno se pregunta por qué eso no se identificó’’.
Un tema importante que debe llamar la atención de los analistas, según el fiscal, es el conocimiento de mercado. Hay que preguntarse por qué, por ejemplo, tiene lugar una ‘mutación empresarial’ –por ejemplo cuando una empresa limitada quiere volverse sociedad anónima- y se debe tratar de establecer cuál es la conveniencia real de dicha conversión. ‘‘En el mercado siempre hay alguien que sabe si eso (la transformación de la compañía) corresponde a una necesidad o proyección de la empresa’’. También sugirió prestar atención a las refinanciaciones o repotenciaciones de capital de las empresas.
Casos de los cuales se sacan enseñanzas
Durante su exposición recordó el caso de Camisas Arlington, una empresa que funcionaba en Cali y pertenecía a la familia de la esposa de José Santacruz Londoño, uno de los jefes del extinto ‘Cartel de Cali’. Según el fiscal, Santacruz se casó con la hija de un hombre muy adinerado y tiempo después montó la empresa de camisas que operó por más de 15 años y a través de la cual lavó millonarios recursos. Jaramillo indicó que cuando el caso llegó a sus manos la base de documentación no decía mayor cosa, era muy escasa. Ante ese escenario los investigadores revisaron los flujos de capital frente a la producción y encontraron que en las épocas de mayor producción no había una cantidad de personal que la soportara: la empresa tenía las mismas 20 personas de siempre, algunas de las cuales ni siquiera eran empleados formales.
Otro de los casos fue el de una fiducia que tenía como cliente a una persona que iba a venderle un lote a una compañía petrolera por una suma cercana a 15 000 millones de pesos. Cuando el negocio se iba a concretar apareció otro comprador, el cual ofreció una suma que casi doblaba a la ofrecida por la petrolera. Ante esa situación el propietario decidió venderle al nuevo comprador, tras lo cual la fiducia entregó el lote. El error de la fiduciaria consistió en no revisar los avalúos que indicaban que ese lote no costaba los cerca de 30 000 millones por los que se vendió. De acuerdo con Jaramillo la fiduciaria falló en la debida diligencia y tuvo que ‘responder’ por su falta de cuidado.
Buena fe
En su intervención otro de los fiscales invitados recordó que la buena fe está en varios estatutos y debe presumirse, pero el hito de la carga dinámica de la prueba señala que las personas implicadas en un proceso de extinción deben mostrar las pruebas del origen lícito de sus bienes o demostrar que actuaron con diligencia y precaución, y que por lo tanto no deberían estar inmersas en una causal de extinción de dominio.
El funcionario expresó que la buena fe hace parte de los códigos civil y de comercio, los cuales, si bien hablan del respeto de la presunción de buena fe, también obligan a la entrega de medios probatorios eficaces por parte de los afectados.
También manifestó que la extinción de dominio es una figura de rango constitucional y requiere de esa carga dinámica de la prueba. ‘‘El Estado respeta la buena fe, pero uno tiene que ayudarse para que se le protejan sus derechos’’.