En una de las clases del 'Curso práctico online de prevención del lavado de activos para el sector real', el director de Infolaft, Alberto Lozano, explicó qué se debe tener en cuenta para medir el riesgo de LA/FT y cómo debería hacerse un juicio de expertos.
Se dice que el riesgo es el producto de la probabilidad por el impacto. Esta sencilla fórmula permite a las entidades del sector real medir su riesgo de lavado de activos y financiación del terrorismo.
La probabilidad se puede entender como el indicador que revela el nivel de opción o posibilidad de que un evento se materialice, mientras que el impacto son las consecuencias generadas por ese evento materializado.
Según lo explicado por Lozano en el curso, una mayor exposición al riesgo de lavado de activos o de financiación del terrorismo puede generar un impacto más grande para la entidad. Para explicar de mejor manera los conceptos de probabilidad e impacto, el experto planteó una sencilla pregunta: ¿qué animal es más peligroso, un tiburón o una vaca?
Si por peligroso se entiende el nivel de muertes humanas ocasionadas por cada uno de estos animales, el ganador indiscutible es la vaca. ¿Por qué? En EE.UU. las estadísticas muestran que por cada muerte humana ocasionada por un tiburón, ocurren 20 muertes por ataques de vacas. Lozano señaló que en este ejemplo es más probable el ataque de una vaca, pero ambos tienen el mismo impacto.
Ahora bien: ¿cómo se puede medir el riesgo LA/FT? Una buena forma de medirlo, por lo menos inicialmente, es usando la metodología del juicio de expertos, la cual consiste en que personas conocedoras de uno o varios temas se reúnen para hacer una medición sobre un tema determinado.
De acuerdo con lo expresado por Lozano, para una medición del riesgo LA/FT los expertos pueden ser consultores y funcionarios que conozcan a los clientes, al negocio o a las jurisdicciones. Incluso pueden ser abogados para medir el riesgo legal.
En términos muy generales las siguientes son las etapas de un juicio de expertos:
- Definir el problema.
- Seleccionar a los expertos.
- Hacer la sesión de expertos.
- Analizar los resultados de la primera ronda.
- Hacer la segunda ronda de la sesión de expertos.
- Analizar los resultados de la segunda ronda.
- Hacer rondas adicionales (en caso de que las respuestas sean muy dispares).
- Presentar los resultados.
Dicho esto es importante que los expertos sean preparados antes de aplicar la metodología, ya que es importante que todos entiendan lo que les van a preguntar para reducir al mínimo la subjetividad de sus conceptos.
Para establecer si los resultados de la sesión de expertos son adecuados se debe calcular la desviación estándar y para ello la entidad deberá definir previamente qué nivel de desviación es aceptable. Si esta es muy alta, quiere decir que los expertos no comprenden bien la pregunta o que desconocen algo que otros saben.
Es en este punto es conveniente hacer una retroalimentación para despejar dudas y luego proceder a la segunda ronda. Entre más reducida la desviación, más precisos serán los resultados.