Durante la audiencia del día de hoy en la Corte Constitucional en la que se debatió la viabilidad del uso del glifosato como mecanismo de lucha contra las drogas, y en la que también participaron miembros del Gobierno Nacional y de la Fiscalía General de la Nación, el expresidente de la república Juan Manuel Santos hizo un breve y nutrido diagnóstico acerca del crecimiento de cultivos ilícitos en el país y de las maneras que él considera idóneas para frenar el fenómeno.
Para iniciar, el expresidente Santos señaló que el primer paso es que los Estados comprendan la necesidad de arrebatarle al crimen organizado sus recursos ilícitos a través de un buen control y una adecuada regulación de la oferta y el consumo, que estén debidamente autorizados y legalizados como ya se hace en varios países del mundo.
En efecto, el expresidente dijo que “ese debe ser el gran objetivo en la lucha mundial contra las drogas: quitarle a las mafias sus cuantiosas ganancias ilícitas generadoras de tanta violencia y de tanta corrupción, y que sean los Estados los que capturen esas utilidades”.
Para lograrlo, Santos comentó que “lo ideal es alcanzar un consenso a nivel internacional pero todavía falta bastante para ello”, por lo que mientras tanto “Colombia debe seguir luchando contra este flagelo porque sigue siendo un problema de seguridad nacional, pero hay que hacerlo con realismo, con pragmatismo, con eficacia en lugar de volver al pasado con estrategias ya ensayadas que fracasaron”.
Mas allá de además de abogar por esta meta internacional de lograr que el negocio del narcotráfico pase de los actores ilícitos a los lícitos, Juan Manuel Santos fue enfático en afirmar que la única forma efectiva y duradera de combatir los cultivos de hoja de coca en nuestro país es mediante procesos de sustitución voluntaria que ofrezcan alternativas a los campesinos en la economía legal.
“Sería un error retomar la aspersión con glifosato no sólo por las razones de riesgo para la salud y el medio ambiente sino porque es una estrategia que ya demostró su ineficiencia e ineficacia”, señaló Santos, para luego concluir que “éticamente hablando no es la solución que se le debe ofrecer a un país que ya no tiene un conflicto con las Farc”, señaló .
Por último, Santos afirmó que aunque se decidiera retomar la aspersión, “hoy casi el 40% de los cultivos ilícitos se encuentran en parques naturales, resguardos indígenas y zonas fronterizas en donde no se puede fumigar mientras que el resto está entremezclado entre productos lícitos”.
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