En la Universidad de los Andes se realizó una interesante discusión alrededor de la lucha contra las drogas, la cual contó con la participación del procurador Alejandro Ordoñez, el expresidente Cesar Gaviria Trujillo y el viceministro de Justicia Farid Samir Benavides, entre otros invitados. El Gobierno defiende de forma moderada la actual estrategia, mientras que la academia propone cambios.
El debate sobre si la estrategia militar contra las drogas es efectiva esta vez tuvo como escenario a la Universidad de los Andes, en el marco del Foro ‘El Futuro de la Política de Drogas y las Alternativas de Política’, un evento realizado entre el 15 y 17 de agosto en el que se dieron cita representantes del Gobierno Nacional, académicos y juristas expertos. La discusión alrededor del tema toma fuerza en el país, ya que en el pasado mes de abril en el Senado de la República se adelantó un Foro de similares características (leer artículo Senado).
Uprimny: críticas a la actual estrategia
El primero en intervenir en el panel efectuado el viernes 17 de agosto fue el reconocido constitucionalista Rodrigo Uprimny, quien entregó a manera de resumen las conclusiones más importantes que arrojaron las discusiones de los días previos.
Según él, uno de los puntos que genera mayor preocupación es la ‘‘precariedad de datos alrededor de los cultivos ilícitos y la producción de drogas’’, toda vez que Naciones Unidas maneja unas cifras y el Gobierno de EE.UU. otras.
También indicó que ‘‘la política de lucha armada contra las drogas es extrema, porque se basa en la tesis extrema de que todos los consumidores de droga son adictos, cuando la realidad demuestra que no es así’’. ‘‘Hay consumidores recreativos u ocasionales que de ninguna manera pueden tildarse de drogadictos’’.
Uprimny señaló que ‘‘el Plan Colombia fracasó en torno a la lucha contra las drogas, aunque reconoció que le aportó al país en materia de seguridad’’. De igual forma, afirmó que se deben distinguir los daños que genera el consumo y los que produce la lucha contra las drogas, ya que ‘‘la violencia no la origina el consumo, sino el narcotráfico’’.
Por otra parte, aclaró que nadie defiende un mercado libre de droga que permita comprarla en cualquier tienda del país, sino la regularización de la oferta.
Finalmente, apuntó que en varios círculos académicos existe un marcado escepticismo sobre las discusiones que se adelantan al interior de la CICAD-OEA. ‘‘Allí hay un debate limitado, toda vez que ese organismo es hijo de la política existente’’. ‘‘Hay vientos de cambio en América Latina y para pensar en políticas más humanas es importante el debate internacional, sin embargo eso no excluye los pasos audaces nacionales, como el que viene realizando Uruguay’’, puntualizó.
Debate se debe adelantar con información y no con emoción: Gobierno
El viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa, Farid Samir Benavides, recordó que Colombia está obligada a cumplir con varios compromisos internacionales de lucha contra las drogas, razón por la cual no puede dar sola la discusión. Benavides señaló –en igual sentido– que en los últimos años se ha reducido en más de 100 mil el número de hectáreas cultivadas con coca.
Sin embargo, el Ejecutivo no está casado con la lucha militar contra los alucinógenos, entendiendo que hace varios meses fue el mismo presidente Juan Manuel Santos quien propuso poner en manos oficiales la discusión.
Según el Viceministro, varios estudios han demostrado que la presencia social del Estado ayuda a reducir de forma ostensible los cultivos ilícitos, por lo cual también se tendrá en cuenta el enfoque preventivo.
Por último, el alto funcionario anunció que este año el Gobierno presentará el nuevo Estatuto Antidrogas, luego de evaluar la actual política, ‘‘se quiere saber qué se está haciendo bien y qué se está haciendo mal’’. Aunque también señaló que ‘‘se debe abrir aún más el debate a la lucha contra las drogas, puesto que los estudiosos lanzan propuestas atrevidas porque no tienen la presión que tiene el Estado’’.
Hay que preguntarle a la gente qué opina: Procurador
‘‘Se debe acudir al constituyente primario si se quiere replantear la estrategia de lucha’’, indicó el procurador Alejandro Ordoñez en el Foro ‘El Futuro de la Política de Drogas y las Alternativas de Política’. Dicho pronunciamiento apunta hacia un referendo que permita el pronunciamiento de la ciudadanía.
Ordoñez aclaró al iniciar su intervención que respalda a quienes dicen que los consumidores de droga deben ser tratados como enfermos. Lo anterior le sirvió para cuestionar la propuesta del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, alrededor de abrir centros de consumo controlado de drogas. ‘‘Si bien la iniciativa es loable, dados los enormes índices de criminalidad que enfrenta Bogotá, se debe decir también que ignora las necesidades del adicto’’.
En este respecto, señaló que el Artículo 49 de la Constitución Política ‘‘prohíbe el consumo de drogas, razón por la cual el Estado no puede suministrarlas’’. Además, recordó que varios estudios cuestionan la efectividad de las salas de consumo existentes en países como Suiza y que Holanda está desmontando su estrategia de permisividad.
Sobre la lucha militar en concreto, afirmó que cambiar esa estrategia implicaría cambios a la Constitución Política y desconocer varios acuerdos suscritos con la Organización de las Naciones Unidas.
Ordoñez calificó la defensa de la prohibición –de la que él es uno de los abanderados– como ‘‘un diálogo de sordos’’, al lanzar una seria acusación según la cual habría una estrategia para impulsar la legalización de las drogas que estaría liderada por los sectores financiero y farmacéutico global.
El Jefe del Ministerio Público sentenció que ‘‘Colombia debe combinar todas las formas de lucha, es decir, mezclar iniciativas de salud pública y la estrategia militar’’, además, afirmó que ‘‘se debe fortalecer el núcleo familiar para evitar que los colombianos caigan en las drogas’’.
Colombia tiene derecho a tomar sus propias decisiones: Gaviria
‘‘Antes había aprendido bastante, pero he aprendido más ahora’’, con esta frase el expresidente Cesar Gaviria Trujillo inició su intervención y de paso argumentó su cambio de posición en torno a la lucha contra las drogas, toda vez que durante su Gobierno (1990-1994) se arreció en Colombia la lucha militar contra las drogas; pero ahora él es uno de los impulsores del cambio de estrategia.
Gaviria indicó que la realidad actual le ha permitido cambiar su modo de pensar, ‘‘Yo apoyo la lucha contra las drogas, pero no la actual forma de lucha y –es más– creo que Colombia ha cumplido de forma exagerada sus compromisos internacionales’’, aseveró.
El expresidente respondió al argumento del viceministro Farid Benavides según el cual Colombia no puede tomar decisiones de forma individual, al señalar que ‘‘las convenciones internacionales no van en contra de las políticas de los países’’, incluso preguntó ‘‘¿si algunos han ensayado sus propias políticas, nosotros por qué no podemos hacerlo?’’. Gaviria fue vehemente al apuntar que ‘‘la penalización del consumo sólo se observa en países autoritarios’’.
Gaviria Trujillo fue reiterativo en este punto e indicó en uno de los apartes de su intervención que Colombia ‘‘no se puede enterrar por hacerle caso a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes – JIFE’’.‘‘Tenemos que hacer el cambio sin esperar que lo hagan en otros países, porque allá no se mueve la gente. Esa es una experiencia que tenemos que asumir’’.
El exmandatario se mostró de acuerdo con Rodrigo Uprimny sobre el ‘‘fracaso del Plan Colombia’’, ya que según él, ‘‘el 90% de la cocaína del mundo sigue saliendo de Colombia, ya sea la producida aquí o la que llega desde Perú y Bolivia’’.
