Según informó El Tiempo en horas de la mañana, la incautación de 15.000 acciones del club de fútbol Santa Fe –tasadas en 30 millones de pesos– es solo el inicio de una megaoperación de extinción de dominio en contra de una poderosa banda de contrabandistas y lavadores, liderada por Jaime Tello Rondón, exdirectivo del equipo.
La Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) y la Fiscalía ya les ubicaron a él y a sus socios 62 bienes en cuatro departamentos, entre ellos lujosos condominios, apartamentos en Cartagena y decenas de locales en donde funcionaban hasta casinos.
A Tello, quien se inició como agente de aduanas en una casa en el barrio Modelia, le incautaron apartamentos en el norte de Bogotá, algunos a nombre de la empresa Tego Delivery S. A. S.
También le ubicaron una casa campestre en Carmen de Apicalá, Tolima, y varios locales en Sanandresito y San Victorino, que aparecen a nombre de terceros y al parecer eran usados para justificar las millonarias transacciones ficticias de importación de telas por 380.000 millones de pesos.
A los investigadores les llamó la atención la gran cantidad de carros de alta gama que tenía la organización.
A Tello le incautaron un BMW 320i azul, y a Darwin Solano, involucrado en el caso, una camioneta Land Rover Evoque, de 190 millones de pesos, y una Mercedes GLA 200, tasada en 130 millones de pesos. Además, un lujoso apartamento en el conjunto Puerto Tranquilo, en Ricaurte, Cundinamarca.
También aparecen en el inventario una Toyota Prado, un Audi y varios camiones y volquetas.
“Ahora estamos indagando si es cierto que Tello también se dedicaba a nacionalizar carros de dudosa procedencia que llegaban de Venezuela y de Europa”, dijo un investigador, quien admitió que las acciones de Santa Fe fueron la pista para llegar a los demás bienes.
En efecto, Tello había guardado un bajo perfil hasta que decidió entrar como accionista y directivo del club cardenal, el cual aclaró este miércoles que es ajeno a sus negocios y que acatará la orden de la Fiscalía de congelar el paquete de 1,07 por ciento de acciones.
Bienes a nombre de las hijas de Tello, Sandra Carolina y Lorena Andrea Tello Gómez, también fueron afectados con la decisión de la Fiscalía. Así mismo, los bienes de Óscar Orlando Puentes, socio del exdirigente deportivo.
A su nombre figura una mansión en Chía, un apartamento en la Colina Campestre, un local en Sanandresito y una camioneta Audi Q5 de color blanco. Puentes fue condenado en septiembre a 13 años, por lavado, concierto para delinquir, cohecho y contrabando.
Otro de los involucrados es Luis Jahuer Fuente, a quien se le congeló un casino en Villavicencio y una casa de 980 millones, en Chía.
Se estableció también que un apartamento en la Torre Caribe de Bocagrande, en Cartagena, también será ocupado y entregado a la Sociedad de Activos Especiales (SAE). Este bien aparece a nombre de María Andrea Lascarro Rodríguez y Yeison Oswaldo Linares Herrera, al parecer, cercanos a uno de los implicados.
Ahora se indaga cómo fue que Tello burló los controles que el Gobierno ha impuesto para evitar que los equipos de fútbol sean infiltrados de nuevo por mafias como la del narcotráfico. Uno de los controles lo ejerce la Superintendencia de Sociedades, a través de la cual se han visibilizado casos que hoy están bajo investigación.
