
Inteligencia artificial para prevenir el LAFT. Imagen Freepik
La función del área de cumplimiento en materia de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo (PLD/FT) ha evolucionado significativamente ante un entorno regulatorio más exigente y dinámico.
Por: Lic. Yesica Galván*
En este contexto cambiante, la inteligencia artificial (IA) se ha posicionado como una herramienta clave para fortalecer las capacidades del oficial de cumplimiento.
No obstante, su incorporación también requiere una reflexión profunda sobre los límites éticos, operativos y normativos. A continuación, analizamos las principales consideraciones para su integración efectiva.
Comprender el valor de la IA en cumplimiento
El uso de inteligencia artificial en cumplimiento permite identificar patrones inusuales y analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real. Esto facilita una detección temprana de operaciones sospechosas y riesgos emergentes, fortaleciendo la capacidad preventiva de las organizaciones.
Según el artículo Leading the AI-Driven Organization de Beth Stackpole, publicado por MIT Sloan (2025), implementar IA no debe entenderse como una simple iniciativa tecnológica, sino como una estrategia transversal que involucre cumplimiento desde el inicio.
El profesor Paul McDonagh-Smith enfatiza la importancia de alinear los proyectos de IA con los objetivos del negocio, la estrategia de datos y la preparación del personal.
Bajo este enfoque, los oficiales de cumplimiento deben identificar cómo la IA puede atender retos específicos del área, y evitar que se convierta en una inversión costosa sin valor real.
Complementar, no reemplazar, al oficial de cumplimiento
Es importante aclarar que la IA no sustituye al juicio humano ni a la responsabilidad del oficial de cumplimiento.
Su función es apoyar y optimizar procesos, no tomar decisiones finales. De hecho, los algoritmos deben ser monitoreados regularmente para garantizar que operen de forma ética, objetiva y conforme a la normativa vigente.
La supervisión humana sigue siendo indispensable, especialmente cuando se trata de analizar reportes automatizados o emitir comunicaciones a la autoridad competente.
Fomentar una cultura de cumplimiento basada en tecnología
Para que la implementación de IA sea exitosa, debe ir acompañada de una cultura organizacional que valore tanto la innovación como el cumplimiento. Esto implica capacitar a los equipos en el uso responsable de las herramientas tecnológicas y promover la transparencia en sus aplicaciones.
Al igual que con cualquier cambio cultural, el involucramiento de los líderes de cada área es fundamental. Incorporarlos como promotores del uso ético de la tecnología fortalece la aceptación y el compromiso transversal.
Garantizar procesos tecnológicos auditables y éticos
Uno de los principales retos al implementar IA es asegurar que sus decisiones sean trazables y comprensibles. Esto es especialmente importante frente a reguladores y auditores. Los modelos de IA deben documentarse correctamente, incluyendo sus parámetros, fuentes de datos y criterios de evaluación.
De acuerdo con The Complete Compliance and Ethics Manual of SCCE (2025), la transparencia y la explicabilidad de los procesos tecnológicos son esenciales para preservar la confianza, tanto interna como externa.
Minimizar sesgos y cumplir con los principios regulatorios
Todo sistema automatizado es tan objetivo como los datos con los que fue entrenado. Si estos contienen sesgos, pueden replicarse en las decisiones del algoritmo. Por ello, es recomendable realizar auditorías periódicas a los modelos de IA, con enfoque en derechos humanos, no discriminación y protección de datos personales.
Organismos como el GAFI han reconocido el potencial de las tecnologías emergentes en el monitoreo y detección de riesgos de PLD/FT, siempre que exista supervisión humana, trazabilidad y cumplimiento de los marcos regulatorios.
En pocas palabras, la inteligencia artificial puede transformar profundamente la labor de cumplimiento, aportando agilidad, precisión y capacidad de anticipación. Pero su implementación debe estar guiada por principios éticos, marcos regulatorios claros y una supervisión humana constante.
Un oficial de cumplimiento que adopta la IA con responsabilidad y visión estratégica no solo mejora su eficacia, sino que también posiciona a su organización como líder en integridad y confianza corporativa.
*Presidenta de la Federación Internacional de Asociaciones, Empresas y Organizaciones de Cumplimiento FINASOC.